Abordar el bullying requiere prevención, detección y apoyo emocional. Conoce estrategias efectivas para enfrentar el acoso escolar y proteger la salud mental.
El bullying no es solo un problema escolar: es una herida emocional que puede dejar marcas profundas en niñas, niños y adolescentes. Se trata de una forma de violencia sistemática entre pares —o incluso ejercida por adultos— que afecta el bienestar psicológico y la autoestima de quien la sufre. En un mundo donde el cuidado de la salud mental es cada vez más urgente, entender el bullying se vuelve clave para prevenirlo y enfrentarlo de manera efectiva. Les queremos compartir una breve entrevista sobre bullying realizada a nuestra psicóloga clínica Paulina Fuenzalida.
El Bullying se refiere a diferentes manifestaciones de violencia en el entorno educativo. Se define como una dinámica de maltrato sistemática que ocurre entre iguales (compañeros de clases o de otros niveles) o de profesores hacia el/los estudiantes de manera persistente. Dicho maltrato puede manifestarse como abusos de poder, intimidación, acoso escolar y amenazas; mediante la discriminación por características físicas y/o psicológicas, identificación de género, diferentes opiniones, religión, estrato social discapacidad, entre otras.
Por el encierro durante la pandemia ha empeorado el bullying, de acuerdo, a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), durante el año 2020 uno de cada tres niños en el mundo sufrió acoso escolar, con mayor aumento entre quinto básico y primero medio en donde la prevalencia del acoso escolar en niños llegó al 32%, mientras que en niñas es del 28%.
La tecnología ofrece diferentes posibilidades para la comunicación y acceso a la información, no obstante, acompañado de un mal uso puede ofrecer espacios de acoso, lo cuales, ocurren en cualquier momento y lugar.
Un mal uso de la tecnología y las redes sociales, es lo que conocemos como “Ciberbullying”, donde el/las personas abusadoras utilizan estos medios digitales para maltratar psicológicamente a la víctima como humillación en redes sociales, siendo mediante mensajes, fotos intimas o comprometedoras.
En esta ámbito, relevar la importancia de la prevención en la tecnología y redes sociales en el contexto familiar y educativo, para sensibilizar y detectar el uso adecuado por parte de niños, niñas y adolescentes.